Malas Aguas

Cuando en meses anteriores por medio de este periódico hice referencia a la necesidad que tenemos en Morón de resolver el desagote de las aguas que son producidas por los diluvios que en estos tiempos son tan intensos y desbordantes, opiné que por un lado, no era nuevo para los moronenses darnos cuenta que estos efectos de la naturaleza llamados “Inundaciones” iban a repetirse con mayor frecuencia y gran intensidad a modo de consistir en una especie de maldición anunciada e impía con el fin de angustiar el alma y no dejarnos pensar en las causas de este demencial ahogo sucesor de “la incisiva mano del hombre sobre el medioambiente”.

Por otro lado ahora digo, que el origen de estas situaciones indeseadas son el resultado de la desinversión sistemática de los gobiernos pasantes a las obras de infraestructura en demografía urbana, también son por el notorio cambio climático en estas latitudes geográficas y por el mal aprovechamiento de los taludes, pendientes y cuencas de río, por el bombeo mecánico obsoleto e insuficiente que sirve para estabilizar las napas freáticas, o por la alteración de los suelos o del blindaje en la composición geomorfológica del piso inicial, o cuando estos mismos, son recubiertos por veredas, calzadas, cimientos, caños maestros de redes generales de servicios.

En la actualidad los intereses humanos no permiten (por cuestiones inmobiliarias y de progreso) que la superficie natural y primaria del firmamento deje infiltrar los fluidos pluviales. Recuerdo que en aquella ocasión propuse un minucioso estudio realizado por especialistas en el tema, siendo así los geólogos, los hidrólogos, los biólogos, los edafólogos, los topólogos… los sismólogos; etc. para que canalicen las obras de acuerdo al “declive geográfico y natural de Morón”.

Se sabe que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires las autoridades han tenido que recurrir a las ciencias del hombre para resolver la reconducción de las aguas de lluvia entubando cañadas y arroyos, sin tomar en cuenta que puede haber otras soluciones más eficaces. Y como ejemplo vemos a los arroyos Maldonado, Medrano y Vega” como zonas que aún hoy son blanco de inundaciones. Igual de imperioso y apremiante este problema es en la Región de la Cuenca Río Reconquista: Morón-Hurlingham-Ituzaingó-Merlo-Tres de Febrero.

La necesidad de poner en marcha una megaobra que ensanche al doble la distancia que hay de orilla a orilla en el Reconquista y la de efectuar un dragado de profundidad con la idea de calado fluvial suficiente que pueda albergar la mayor cantidad de metros cúbicos para permitir el tráfico fluvial de cargas y de personas desde el Partido de Merlo hasta el Partido de Tigre… no puede esperar. El río estará sujeto a dispositivos para contener su nivel o para liberar sus aguas de lluvia, aliviando todos los sectores que hoy sufren anegaciones. Estos dispositivos son esclusas o compuertas que regularán y adaptarán de un modo útil el cauce del río. En definitiva, esta propuesta de pura hidrología, persigue acentuar la mueca natural de las áreas ribereñas afectadas y de mejorar sensiblemente el trazo y caudal de sus cañadas y arroyos tributarios.

Por esta manera de ver las cosas me atrevo a decir que en la región del oeste provincial, AGUAS QUE PODRÍAN SER BUENAS Y DE GRAN UTILIDAD SOCIAL... CAEN Y NO ENCUENTRAN SALIDA, TRANSFORMÁNDOSE EN LO QUE YO LLAMARÍA “AQUELLAS MALAS AGUAS”.

Publicado el Viernes, 12 Abril 2013 8:40 Autor Italo Selser.we