La declamación que algunas fuerzas políticas hacen de estos principios… en la actualidad no se condicen con su pertenencia filosófico-discursiva, más aún, con sus valores históricos. Y esto es lo que ha ocurrido no hace mucho con el Frente Progresista Cívico y Social cuando su accionar personalista, acomodado y mezquino, dejó sin chances concretas a varios candidatos hijos de su seno ideológico, sin importarles las consecuencias que acarrearía tal omisión intencionada y vil que, dando excusas poco consistentes… trató de esconder la legitimidad y el significado que todo proceso electoral necesita para superar el tamiz de toda participación democrática e institucional.
La ley le asignaba a la Junta Electoral del Frente UCR-FAP esta misión. La misión de enrolar legal y legítimamente a todos los ciudadanos de buena voluntad que quieran ejercer su derecho a ser elegidos por el voto soberano de su pueblo. Siendo que los apoderados de dicho frente, ya habían decidido la suerte que iban a tener muchas boletas que estaban bajo su égida y control… HACIENDO DESAPARECER composiciones de candidatos en listas radicales en algunos casos o, asignándoles sólo la representación distrital (en boleta corta) y no la seccional y nacional pegadas a la primera, en otros casos.
Si la pluralidad de candidatos era inacabada o si la multiplicidad de listas terminó siendo el problema de tan enorme restricción… los líderes y conductores de los partidos que conforman esta alianza transitoria (tanto Binner como Stolbitzer y Alfonsín) debieron advertir esta situación. Pero no, se ve que la desesperación por componer cualquier fórmula electoral que asegurara la renovación de sus cargos, fue lo único que tenían en mira para luego elegir a quién sí y a quién no.
Peor todavía, ellos realmente creen que “el electorado les cree”… y verán cuando concluyan las fechas de los referentes comicios… que la realidad será distinta a lo que ellos imaginaban.
Tan blancos e impolutos como se muestran, son a la vez selectivos con cualidades que no le son propias, visto está que actúan como dueños de una política en la quedarán atrapados desde las primeras redes de sus desprolijas trampas. Y qué surgirá… surgirá nuestro aprendizaje como resultado inevitable de sus deshonestas valoraciones puesto que, a nosotros nos toca por proscritos, por excluidos sin más trámite, por victimizados en sus manos avarientas llenas de un dirigismo ancestral partidario que de a poco se va extinguiendo… la tarea de construir nuevamente fuerzas políticas cabales, auténticas y genuinas… aunque también pasantes.
¿Qué mejor consigna que ésta? -¿qué mejor labor?- ser el resultado más probo a tanta verdad fementida, nos ubica en la primeras gradas de los nuevos conceptos en los que todo político moderno debe poner su atención y ésta tiene que ser inequívoca cuando se trate de la ley, del respeto, del derecho en el otro, de nuestras instituciones que nos ordenan y que llegan tanto a nosotros como a nuestras fuerzas políticas, a nuestra relaciones económicas… a nuestras tareas sociales… al plano de nuestro representantes gremiales… al campo de los populares entre nuestro semejantes. ¿Qué mejor consigna y misión que ésta?
La ley le asignaba a la Junta Electoral del Frente UCR-FAP esta misión. La misión de enrolar legal y legítimamente a todos los ciudadanos de buena voluntad que quieran ejercer su derecho a ser elegidos por el voto soberano de su pueblo. Siendo que los apoderados de dicho frente, ya habían decidido la suerte que iban a tener muchas boletas que estaban bajo su égida y control… HACIENDO DESAPARECER composiciones de candidatos en listas radicales en algunos casos o, asignándoles sólo la representación distrital (en boleta corta) y no la seccional y nacional pegadas a la primera, en otros casos.
Si la pluralidad de candidatos era inacabada o si la multiplicidad de listas terminó siendo el problema de tan enorme restricción… los líderes y conductores de los partidos que conforman esta alianza transitoria (tanto Binner como Stolbitzer y Alfonsín) debieron advertir esta situación. Pero no, se ve que la desesperación por componer cualquier fórmula electoral que asegurara la renovación de sus cargos, fue lo único que tenían en mira para luego elegir a quién sí y a quién no.
Peor todavía, ellos realmente creen que “el electorado les cree”… y verán cuando concluyan las fechas de los referentes comicios… que la realidad será distinta a lo que ellos imaginaban.
Tan blancos e impolutos como se muestran, son a la vez selectivos con cualidades que no le son propias, visto está que actúan como dueños de una política en la quedarán atrapados desde las primeras redes de sus desprolijas trampas. Y qué surgirá… surgirá nuestro aprendizaje como resultado inevitable de sus deshonestas valoraciones puesto que, a nosotros nos toca por proscritos, por excluidos sin más trámite, por victimizados en sus manos avarientas llenas de un dirigismo ancestral partidario que de a poco se va extinguiendo… la tarea de construir nuevamente fuerzas políticas cabales, auténticas y genuinas… aunque también pasantes.
¿Qué mejor consigna que ésta? -¿qué mejor labor?- ser el resultado más probo a tanta verdad fementida, nos ubica en la primeras gradas de los nuevos conceptos en los que todo político moderno debe poner su atención y ésta tiene que ser inequívoca cuando se trate de la ley, del respeto, del derecho en el otro, de nuestras instituciones que nos ordenan y que llegan tanto a nosotros como a nuestras fuerzas políticas, a nuestra relaciones económicas… a nuestras tareas sociales… al plano de nuestro representantes gremiales… al campo de los populares entre nuestro semejantes. ¿Qué mejor consigna y misión que ésta?
DR. ITALO SELSER
italoselser@yahoo.com.ar
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Twitter : @italoselser
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